Fue la primera roja de la historia en una final del mundo. Después el equilibrio. Por fin aquella jugada de Maradona entre tres a pesar del tobillo imposible, la búsqueda de la diagonal que había empezado a dibujar Caniggia. Cuando Penev fue a España un año antes que tú, ¿qué te contaba? «He tenido que sacar de centro para tocar el balón», dijiste tras esa final. Desgraciadamente, con 13 o 14 años tuve que irme de Plovdiv para poder jugar.
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