Categorías
Uncategorized

camisetas de clubes

Al intentar entrar me dijo una serie de improperios en mandarín que entendí como «oye, que ya hemos cerrado, micamiseta.fútbol vete a otro sitio que llevo todo el día currando y estoy hasta las narices de vender brotes de soja. Otro hecho reseñable fue el desagradable encuentro con la dependienta chinorri de una tienda de verduras en la que quería comprar una lechuga.