En la Copa del Rey de 2017, el Santiago Bernabéu fue testigo de una noche mágica protagonizada por Isco Alarcón, quien desplegó todo su talento ante el Valencia. El centrocampista malagueño fue el arquitecto de la victoria del Real Madrid con una actuación que le valió el apodo de «mago de las asistencias». Su conexión con los delanteros fue letal, y su visión de juego desbordó a la defensa rival. Aquella noche, los fanáticos blancos vestían con orgullo su real madrid camiseta retro, recordando los tiempos dorados del club mientras disfrutaban de una nueva exhibición de clase.
El partido comenzó con un ritmo elevado. El Valencia intentó mantener la posesión en los primeros compases, pero pronto fue superado por la intensidad y el orden del equipo de Zinedine Zidane. El Real Madrid dominaba el centro del campo, y la figura de Isco emergió como el faro que guiaba cada ataque. Sus toques precisos y su capacidad para encontrar espacios entre líneas marcaron la diferencia.
En el minuto 21, Isco inició una jugada desde la banda izquierda, eludiendo a dos defensores con un cambio de ritmo y un regate sutil. Luego, con un pase filtrado milimétrico, dejó solo a Karim Benzema frente al portero, quien definió sin problemas para abrir el marcador. Fue la primera de varias asistencias que pondrían al estadio en pie.
El dominio blanco continuó, y cada intervención de Isco elevaba la temperatura del Bernabéu. En la segunda mitad, volvió a deslumbrar con un pase de tacón que habilitó a Marco Asensio, generando el segundo tanto del equipo. Ya en los minutos finales, coronó su actuación con una asistencia larga a Cristiano Ronaldo, quien selló el 3-0 definitivo. Tres asistencias y un recital de fútbol que quedó grabado en la memoria de los aficionados.
El Real Madrid avanzó con paso firme en la Copa del Rey, y la actuación de Isco fue ampliamente destacada en los medios. Muchos lo consideraron el jugador del partido, no solo por las asistencias, sino por su capacidad de controlar el ritmo y desorganizar al rival con inteligencia táctica.
Aquella noche, Isco no solo brilló por su calidad, sino también por su conexión con el alma madridista. Su actuación se convirtió en símbolo de una generación de futbolistas que combinaban talento con compromiso. Los fanáticos, inspirados por su magia, buscaban revivir esos momentos adquiriendo su camiseta futbol replicas como una forma de conservar viva la esencia de ese fútbol tan especial.